Lejano centelleas, Mekong de olas añiles,
salpicado de lamparillas doradas por el Sol.
Vienes del Himalaya lejano
vadeando cascadas y gargantas
de Ratanak a Mondol
-lugares de gemas y montañas-
te aventuras en los rápidos de Kratié.
En la cumbre las tribus preservan
su linaje de roble altivo junto a la lumbre
y en los húmedos días invierno
se desmayan entre los arrozales.
Rodeas Siam dejando atrás canales y pagodas,
escarpadas rocas y extensas llanuras,
selvas enmarañadas de arbustos y bambúes
hasta llegar a morir al “mar marginal”
poblado de islas minúsculas.
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©Mar
1 comentario:
Será que desconoczco esos nombres, por eso tus versos se me escapan.
Me suena a recorrido, de un viajero que descubrió nuevos mundos, de quien regresa de nuevo al mismo lugar del que partió como uno lugar que habitar.
Olimpia.
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