BAGATELAS
En la garganta sitiada por murallas erguidas descubrimos
los guijarros de la inocencia diseminados entre las piedras:
Víboras esculpidas, flamígeros dragones, soles,
sueños de aquel estío de oscuros y desconocidos hormigueos.
En el mutismo del espacio caracolean las aves rapaces mientras,
como en una tarde de siesta desertada,
acompañan las chicharras mi nostalgia.
Con la canícula se desfonda la floresta,
se vacía la tierra con la ausencia de lluvias
y me asalta el soplo de una secreta añoranza del mundo.
Y siempre la memoria infantil
que evoca una estirpe arcaica en torno a
esos guijarros repujados de inocencia
que quizá un día hablaron con los
seres fantásticos del bosque.
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©MAR - Febrero2008
3 comentarios:
Extasiada en tus paisajes, nostàlgicos paisajes.
Hoy me siento en tu orilla a hilvanar bagatelas.
Mi abrazo, Mar.
La nostalgia no siempre es posible evitarla, yo diría que, incluso, debemos cuidarla para que sea eso simplemente, no un dolor moribundo e inútil.
Ven, acomódate en esta orilla siempre que quieras. Yo estaré aunque no me veas.
Un beso, Uma.
En la aridez del día solemos evocar y preguntarnos como fuimos capaces de no sentir la nostalgía, ayer. Como aquel tiempo nos humedece todo el hastío del hoy.
MIs besos más entrañables.
Olimpia.
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