martes, 23 de septiembre de 2008

DECADENCIA OTOÑAL



Me entristecen las hojas muertas de los jardines.

Mueren,

y en mi mente muere la definida esencia de la vida,

muere la lozanía y caen las hojas dormidas

que asolan mi mundo con flagrante osadía.

Hojas somnolientas, desnudas, evacuadas,

cómplices del viento de otoño que

dispuestas al suicidio se lanzan al vacío

ensayando el vuelo hacia inviernos australes.

Mueren,

y se congela la sabia en sus arterias

resistiendo el final, rasgando sus membranas

haciéndolas crujir hasta la podredumbre.

Me inquieta verlas vivir en ese organismo ineludible,

esperar el calor expuestas a la luz de un impío aguacero,

morir de fiebre con el sueño de un áureo manto

y despertar al frío como muertos aferrándose a la sangre.

Por eso…

me entristecen las hojas muertas de los jardines.

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©MAR – Otoño 2008

6 comentarios:

Narci dijo...

Borra la tristeza, Mar, deja que la tierra descanse para regalarnos luego con colores renovados.
Besos
Narci

Mar dijo...

Es el cambio de estación, la luz mortecina de los atardeceres lo que me (nos) pone melancólicos ¿a ti no?
Pero tristeza no, claro que no.
Besos de otoño.
Mar

Simplemente Olimpia. dijo...

han de acabarse....tanto los dias como sus agravios, han de concluirse, como finaliza cualquier asedio....el ciclo de la vida-dicen- morir...para que el siguiente estadio prevalezca hasta el siguiente.
Ha de ser triste, suele serlo...rasgarse, romperse y pudrirse...
Eché de menos tus palabras.


Estoy bien Mar, a la distancia justa de la melancolía, equidistante a mi.

MIs besos más otoñales.

Olimpia.

Mar dijo...

De vez en cuando voy a tu sitio... y encuentro vacío. Seguro que los motivos para mantener esos lugares tan desolados tiene una importante explicación.
Gracias por venir a contarme que estás bien.

Un beso.

ybris dijo...

El otoño tiene eso: hojas muertas en los jardines.
Su tristeza es, sin embargo, el modo que empleamos para mirarnos desde otro punto de vista.
Gracias por tus palabras.

Mar dijo...

Este otoño tiene otra mirada... me alegro de tu regreso al vacío, del que nunca te has ido.

Un beso.