Nada tendremos ya que sea tuyo:
mi voz y tu silencio es lo que queda
y tus poemas bellos
y el deleite de la memoria rescatada,
nostalgia de tu presencia de otra vida.
Hoy vuelvo a hablar de ti y contigo.
Yo aquí y tú ahí,
cada una en un lado del abismo imaginario,
las dos distintas pero iguales,
las dos madres y abuelas soñadoras.
Y te traigo en el hueco de mi mano
trocitos de tus versos que me dejan pensativa
con vistas al final de tu horizonte...
y vengo a pedirte el calor que me falta
en esta desnudez de junio.
Vengo a darte las gracias
por las confidencias y por los secretos
que pocas y muchos fueron.
Gracias por las realidades
y también por las utopías.
Ahora sé que me miras desde ese lado
y te entrego la voz que te nombra,
“Indah – Blanca”
nombre con nombre
que de enigmática forma coexisten.
Yo no tengo tu voz
pero sé del acento que responde
y me llama
y me dice tu nombre
“mi niña Blanca” “guajina”
mientras en los tejados sopla el viento
y se agitan todas las veletas.
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©MAR – 9 Junio 2009
3 comentarios:
Preciosos tus homanjes a Indah, Allí donde esté seguro que sonríe y hasta te pregunta, "...pero ¿qué recorcholis (o algo parecido) significa tal cosita?"
Sabes Mar, a veces es difícil imaginar la muerte de alguien a quien solo has conocido de forma virtual, quizá porque nunca has tenido su timbre, su piel..., o quizá porque en este medio asistimos a muchas muertes cada día, son muchos quienes pasan por nuestras vidas y luego desaparecen sin dejar rastro, y me pregunto, ¿qué muertes hay que llorar en realidad, las de quienes, aun ya fallecidos, seguirán estando entre nosotros, en nuestros recuerdos, en nuestros blogs, o las de aquellos que desaparecieron y jamás recordamos, aunque nos recuerden?
Es una reflexión que yo no me había planteado pero es cierto. En todos estos años cuántos han ido y venido, a unos se les hecha de menos a otros no tanto.
No te voy a negar que yo a indah la tengo un cariño especial pero hay muchas personas a las que aprecio aún sin conocerlas.
¡Cosas de internet y de corazón de abuela!
Un beso Narci.
Sigue azotando el viento de su palabra....y siguen las veletas dando vueltas.
preciosos versos...Olimpia.
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